Ecuaciones Absurdas [1] Con los zapatos, absolutamente, relucientes, sus bigotes y pelo sospechosamente [2] negro, y una intuición lógica o una lógica intuitiva, según se prefiera, que supera la expectativa de muchos, se presenta ante nosotros el señor Hércules Poirot , su nombre nos recuerda al dios griego, hecho persona, más allá de la idea y la especulación, tangible, humano, perfecto; se habla del uso de la psicología para la resolución, temporal o atemporal, de las más diversas expresiones del espíritu humano:¿Cómo es que para problemas, o afecciones, en apariencia simples, se decide quitarle la vida a otro ser humano? Dinero, amor, amor, dinero, ambición y deseo de gloria, enfermedad de poder, son tal vez los impulsores. En otro lado, pero igual de tangible, nos encontramos con Kurt Wallander , sin dioses de por medio, frío, serio, reflexivo, perfecto, enfrentado las mismas imágenes que Poirot, a los mismos dilemas, pero tal vez, a una sociedad más fría y calculadora. Lo que